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Por qué, incluso si Verstappen se va, Red Bull no debería renovar a Pérez

Por qué, incluso si Verstappen se va, Red Bull no debería renovar a Pérez

17 marzo - 09:07 Última actualización: 27 marzo - 17:23
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Norberto Mujica

El clima actual de tensión que se vive en Red Bull Racing amenaza con desintegrar al equipo vigente Campeón Mundial de la F1, y por ende también, con poner un fin prematuro a su presente racha dominante. Por qué Red Bull no puede permitirse prolongar la estancia de Sergio Pérez en el equipo, tanto si se produce un éxodo de figuras prominentes del equipo austriaco, como si no.

Si algo ha aprendido Red Bull Racing en los últimos meses es que un equipo no puede depender de solo una persona. A pesar de lo que Christian Horner quiera hacer parecer en sus declaraciones, Helmut Marko y Max Verstappen son piezas fundamentales en la operación del día a día del equipo austriaco. La posible partida de ambos supondría un duro golpe para toda la estructura Red Bull.

El funcionamiento de un equipo de carreras depende de un delicado y frágil balance, en el que cada parte debe ejecutar su función a la perfección para que el rendimiento, y finalmente los resultados, se maximicen Gran Premio a Gran Premio. Todos en Red Bull han cumplido con las altas exigencias de su labor, excepto Pérez.

Sin Verstappen liderando la carga de Red Bull, el 2021 habría significado un contundente 8vo título para Lewis Hamilton, el 2022 habría sellado un primer título mundial para Charles Leclerc y sólo en 2023, en el coche que el holandés condujo hacia la victoria 19 veces, podría el mexicano haber conseguido -por muy poco- portar un título de regreso a Milton Keynes. Uno de tres títulos posibles no son números convincentes sobre los cuales cimentar una prolongación contractual entre Red Bull y Pérez. 

Por qué los equipos están abandonando la filosofía del piloto número 2

Estamos viviendo la era más competitiva de la F1, en la que la búsqueda de esa décima extra raya en la obsesión, ya que puede representar la diferencia entre un título y un 2do puesto. Ferrari fueron los primeros -del período reciente- en apostar por tener a dos pilotos alfa en sus filas en 2019, cuando enfrentaron al tetracampeón del mundo, Sebastian Vettel, con el, en ese entonces novato (2do año en la categoría), Charles Leclerc. McLaren, a su vez, optó por la dupla Lando Norris - Carlos Sainz, y Mercedes para el 2022 empleó los servicios de George Russell, para acompañar al siete veces campeón del mundo, Lewis Hamilton.

¿La razón? Dos pilotos versátiles, dinámicos y fuertes pueden ayudar a desarrollar un coche rápido con más efectividad que uno, ya que los hallazgos y el feedback de dos, brindan una imagen y un posible camino de acción y desarrollo más claros que el de uno sólo. 

En este respecto, Red Bull está en desventaja. Es bien sabido que Pérez no se siente cómodo en los coches Red Bull. Para él la facilidad de manejo parece imperar por encima de la rapidez. Caso contrario al de Verstappen, quién ha asegurado que prefiere un coche rápido a uno fácil de conducir. A la hora de desarrollar el auto, ¿Qué dirección se toma? ¿La del piloto que prioriza, por obvia falta de rango conductivo, el manejo a la rapidez? O, ¿La del piloto que puede exprimir con constancia el máximo potencial de un coche difícil pero veloz?

Red Bull no puede depender de ‘Checo’ para ganar títulos 

Además, en la F1 no solo está en juego el legado deportivo, sino también cantidades significativas de dinero que son repartidas de acuerdo a la posición final del equipo en el Campeonato de constructores. Cada punto importa en la lucha por alcanzar el puesto más alto posible en el clasificador, y en su estancia en Red Bull ‘Checo’ ha perdido muchos. Han sido tantos que su inconsistencia le imposibilitó cerrar el 1-2 en el campeonato de pilotos de 2022 en el también dominante RB18. La P2 fue para Charles Leclerc, a bordo de una ambivalente y poco fiable F1-75, operada por la, en aquél momento, controversialmente errática Scuderia. Pero, también amenazó con ceder el mismo hito en 2023 a un excelso Hamilton y su temperamental y quisquillosa W14.

El fin de semana pasado en Yeda, el mexicano cometió su primer error de la temporada al saltarse la salida en boxes, bloqueando a Fernando Alonso, acarreando una penalización de 5 segundos y un punto en su superlicencia. Todo esto mientras el holandés condujo imperturbado hacia su novena victoria al hilo. Es claro que si bien Verstappen es sinónimo de seguridad, Pérez es todo lo contrario.

Por esto, que de una potencial salida de Marko y del holandés de las filas austriacas devenga un título automático para el mexicano, está muy alejado de la realidad. En ese caso estos pilotos serían las alternativas realistas a tomar en cuenta para sustituir a Verstappen como el número uno del equipo. En tal caso, la lista se reduce considerablemente de las dieciséis posibilidades a las que Horner aludió tras la 56ta victoria del holandés -114ta de Red Bull- en el Gran Premio de Arabia Saudí el sábado de la semana pasada. Lo que sí queda claro es que Pérez no es el piloto adecuado para liderar a Red Bull Racing en su búsqueda incesante por alcanzar, y romper, nuevos -y en otrora aparentemente inalcanzables- límites de excelencia deportiva.