Carrera histórica en Japón | La lucha titánica entre Senna y Prost

Dado que el Gran Premio de Japón suele celebrarse al final de la temporada, el circuito de Suzuka ha sido escenario habitual de batallas decisivas en el campeonato del mundo. Basta pensar en la temporada 2022, en la que Max Verstappen consiguió su segundo título mundial en el circuito japonés. El Gran Premio más emblemático (y controvertido) de Japón fue, sin duda, la edición de 1989, cuando ambos compañeros de equipo, Alain Prost y Ayrton Senna, se complicaron más de la cuenta la vida mutuamente.

Que Alessandro Nannini consiguió su primera y única victoria en Fórmula 1 el 22 de octubre de 1989, probablemente la mayoría de la gente lo haya olvidado. Sin embargo, en la retina queda indudablemente aquella batalla entre Senna y Prost. Este último estuvo a punto de proclamarse campeón del mundo, título que sólo perdería si Senna, su compañero de McLaren, ganaba tanto en Japón como en Australia. Sin embargo, al conseguir la pole en Suzuka, el vigente campeón, Senna, dio un paso importante para que eso se hiciera realidad.

Prost largó mejor que Senna

Pero fue Prost, que salía al lado del brasileño, quien largó mucho mejor y adelantó a Senna. Gerhard Berger también adelantó inicialmente al brasileño. El austriaco pronto fue superado de nuevo por Senna, pero la diferencia con Prost era ahora enorme: seis segundos. Una mala parada en boxes también aumentó el margen a favor del francés. Aún así, con su nuevo juego de neumáticos, Senna consiguió alcanzar a Prost. En la vuelta 47, Senna pensó que era el momento de adelantar a Prost.

En la sección superrápida llamada 130R, Senna tenía más velocidad tomó la línea interior de entrada a la chicana triangular de Suzuka. Prost vio venir a Senna por sus retrovisores y no dudó ni un instante: inmediatamente cerró la puerta de golpe, lo que provocó una colisión entre los dos candidatos al título. Ambos coches se detuvieron en la grava, lo que convertiría a Prost en el nuevo campeón. Sin embargo, en aquel momento el piloto brasileño pudo volver a arrancar el motor por sí mismo, aunque necesitó algo de ayuda de los comisarios, que empujaron a Senna fuera de la gravilla.

McLaren y Senna en la apelación

Senna siguió su camino, adelantó a Nannini en el mismo punto donde sucedió el incidente con Prost y cruzó la meta en primer lugar. La inmensa alegría duró poco. El francés Jean-Marie Balestre, presidente de la FISA, decidió descalificar al brasileño. Así pues, la victoria pasó a ser de Nannini, y el título mundial, de Prost. Finalmente, McLaren y Senna apelaron la decisión; no para intimidar a Prost, sino porque McLaren pensaba que se le había arrebatado una victoria legítima. Una prueba de fuerza por aparte de Balestre obligó a Senna y a McLaren a retractarse si el brasileño quería seguir compitiendo en la F1 para la temporada siguiente. Senna siguió descalificado, Prost campeón del mundo.