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Por qué del caos en Fuschl podría derivar un posible título para Pérez

Por qué del caos en Fuschl podría derivar un posible título para Pérez

7 marzo - 14:00
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Norberto Mujica

Max Verstappen se iría de Red Bull si Christian Horner mantiene su puesto de Jefe de Equipo en Red Bull Racing. Al menos eso es lo que se rumora que Jos Verstappen ha dicho luego de pedir públicamente la salida del jefe británico tras el GP de Bahréin. Si dicho escenario supuestamente planteado por Verstappen Sr. es real, es Sergio Pérez el que podría salir beneficiado, en un plano deportivo, claro, de dicha situación.

Se viven tiempos convulsos en el seno de la escuadra austriaca. La delicada estructura de un equipo cuyo rendimiento ha sido cada vez más aplastante conforme pasan las temporadas se ha visto fracturada desde el rumorado y supuesto (y fallido) golpe de estado propinado por Horner el año pasado cuando supuestamente intentó retirar a Helmut Marko tras los desafortunados comentarios intolerantes de este último en relación a Pérez. Marko contestó a dicho rumor con un simple: "Cuándo y cómo lo dejo, cuándo se acaba, lo decido yo y no, por ejemplo, el Sr. Horner”.

La situación parece haberse desenvuelto en un vaivén de golpes que no han hecho sino desestabilizar lo que antes parecía un equipo formado por lazos de lealtad inquebrantables. Si la salida del holandés del equipo austriaco se hace realidad, lo más seguro es que desde la cúpula de Red Bull busquen continuidad, y qué mejor lugar para encontrarla que en el piloto mexicano, que el año pasado, a pesar de los numerosos errores y una marcada inconsistencia, cumplió su parte para darle al cuadro austriaco el primer 1-2 en el Mundial de Pilotos de su historia, que tanto los eludió durante más de una década.

¿La nueva cara de Checo, es de campeón mundial?

Previo al Gran Premio inaugural de la presente temporada el mexicano mostró una cautela poco característica en él, en comparación con sus descuidadas palabras de años anteriores en las que declaraba una candidatura prematura -e ingenua- al título de pilotos. Esta vez ‘Checo’ habló acerca de estar en busca de una base sobre la cual construir una progresión que parta de lo que fuera descubriendo del coche. El primer Gran Premio de la temporada reveló que hay aún mucho trabajo por hacer para elevar su rendimiento durante las sesiones clasificatorias tras sólo conseguir una P5 en la parrilla de salida para la carrera del sábado, luego de que su compañero se hiciera con la pole número treinta y tres de su carrera.

Sin embargo, el Gran Premio fue otra historia. Checo no sólo supo sacar los codos desde el inicio ganándole la posición a Carlos Sainz en la largada, sino que también gestionó su carrera, haciendo valer la obvia supremacía de su auto con paciencia, inteligencia y mucha garra, rebasando a los oponentes que se interponían entre él y el lugar que, por rendimiento, su RB20 debía de ocupar: detrás de su compañero en P2.

La fortaleza mental del mexicano es digna de admirar. El año pasado, a pesar de los embates de la prensa, de los comentarios desafortunados que recibió de Helmut Marko, de las críticas de otros pilotos, incluyendo a su compañero de equipo, Verstappen, el mexicano fue capaz de recomponerse y cerrar el año en segundo lugar en el clasificador. Sin Verstappen en la imagen, ese segundo lugar habría significado un campeonato del mundo.

Si Verstappen se va, ¿Sería el único líder en dejar Red Bull?

Otra figura que podría dejar el equipo en caso de que Verstappen le diga adiós a Red Bull, podría ser Adrian Newey. Es bien sabido que el brillante ingeniero disfruta trabajando con pilotos de talento superlativo, y ha sido muy vocal con respecto a la felicidad que le trae trabajar con el holandés. Está claro que, si bien Pérez es un gran piloto, no es un talento generacional.

A estas alturas de la carrera de Newey, tras haber ganado todo una cantidad envidiable de veces, es complejo encontrar la motivación para seguir dedicado a tiempo completo en las actividades del cuadro austriaco a tal grado que Horner ha declarado que ha tenido que hacer concesiones para poder mantener al ingeniero británico en las filas de Red Bull, como la llamativa flexibilidad laboral de la que goza en el equipo, el desarrollo del proyecto Aston Martin Valkyrie y demás. Perder a un talento inspirador como Verstappen, supondría un duro golpe también para el británico de 65 años.

Heinz Harald Frentzen, antiguo piloto de Williams, en un post reciente en su cuenta de X afirmó que Newey se fue de Williams por él, ya que nadie le avisó de la llegada del alemán de antemano. Así pues, no es descabellado pensar que un ingeniero de su calibre deje un equipo campeón de buenas a primeras si el proyecto en su totalidad, piloto incluido, no le llama, pues fue esto lo que hizo con Williams tras la temporada 1996.

El rendimiento de Red Bull Racing no es casualidad. Es una delicada causalidad producto del funcionamiento al más alto nivel de cada figura de autoridad y liderazgo en el equipo. Horner gestiona la operación, Marko a los pilotos, Newey, la superioridad técnica de los chasis y Verstappen, el único hombre que a la fecha ha podido extraer con una consistencia aplastante cada onza de rendimiento que los coches Red Bull tienen para dar, desembocando en Campeonatos del Mundo y un sinnúmero de récords. Si el estado estructural crítico del equipo no mejora, Pérez sería el mejor posicionado para hacer algo de valor con los pedazos rotos resultantes de un penoso escenario derivado del complejo y sensible período que atraviesa actualmente Red Bull Racing.