Lando Norris está deseando que llegue la carrera de Monza. Después de terminar séptimo en Zandvoort, el joven británico está lleno de motivación para dar un golpe de efecto en el Campeonato de Constructores. El piloto de McLaren tiene buenos recuerdos del Autodromo Enzo e Dino Ferrari.

La carrera del año pasado en Italia fue histórica para McLaren. Su compañero de equipo, Daniel Ricciardo, se llevó la victoria y aseguró la primera victoria del equipo con sede en Woking desde 2012. Norris consiguió un gran segundo puesto y así fue como McLaren se fue de Monza con un 1-2 en el bolsillo. El jefe del equipo, Zak Brown, tiene incluso tatuado este memorable momento en su brazo, para no olvidarlo nunca. Norris también recuerda la carrera del año pasado con gran placer.

"El Gran Premio de Italia es siempre un fin de semana emocionante. Mis dos últimos viajes a Monza han sido increíblemente positivos, siendo el año pasado uno de mis recuerdos favoritos de la F1, así que vamos a intentar revivir algo de esa sensación este fin de semana", comienza el británico en su anticipo del fin de semana de carrera en el comunicado de prensa de McLaren.

Positivo pero realista

A pesar del positivismo, Norris también es realista y cree que será un fin de semana más duro. Sin embargo, también está motivado para conseguir valiosos puntos. "Todavía podemos conseguir puntos y tener un impacto en el campeonato de constructores", dijo.

El piloto de McLaren afirma que lo dará todo en la última carrera de la temporada en el continente europeo. "Como es el Templo de la Velocidad, tengo muchas ganas de salir a la pista y ver hasta dónde podemos llevar el coche".