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Es Leclerc quien debería dejar Ferrari en 2025, no Sainz

Es Leclerc quien debería dejar Ferrari en 2025, no Sainz

13 abril - 07:00
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Norberto Mujica

Mucho se ha dicho de Charles Leclerc: “Es un gran piloto”; “Es el principal rival de Max Verstappen, sólo falta que Ferrari le dé el coche”; “Es un campeón del mundo en potencia”, etc. Y todo puede llegar a ser verdad, pero la realidad es que ahora mismo no lo es, y nunca lo ha sido. Y si nos ponemos a revisar el historial del monegasco, veremos que todavía dista de ser digno de esos elogios. Su compañero de equipo, sin embargo, es otra historia. Ese trío de frases parecen quedar como anillo al dedo de Carlos Sainz.

Sainz evoluciona, Leclerc no

Cuatros rondas se han disputado en el Campeonato Mundial de Fórmula 1, y ya Leclerc ha firmado su primer error no forzado, y costoso, del año. En un momento dado, después de que Sergio Pérez hubiera hecho su primera parada en boxes durante el Gran Premio de Japón, el monegasco y el mexicano luchaban por una P2 en pista. Leclerc estaba haciendo un trabajo defensivo commendable hasta ese punto, y Pérez no parecía contar con el delta necesario para rebasarlo. Sin embargo el mexicano poco tuvo que preocuparse por ello: en la segunda de las curvas Degner del circuito nipón, el monegasco entró pasado y se salió de la pista, ‘Checo’ dijo ‘gracias por el regalo’ y retomó el rumbo a su inofensiva P2, en detrimento de Leclerc, quién en una sola maniobra dejó 6 puntos en la mesa, de los cuales tres fueron recogidos por Sainz. Séptima temporada en la F1 y el 16 sigue cometiendo los mismos errores.

El español ha tenido el mejor inicio de temporada en su estancia en la F1, un período de tiempo que nunca se le ha dado bien. Dos grandes terceros lugares (Bahréin y Japón), y una victoria contundente (Australia). El español está ubicado cuarto en la tabla general del Mundial, a cuatro puntos de Leclerc, habiéndose saltado una fecha (Arabia Saudí), y eso sin contrato en mano.

Desde que se establecieron las reglas del efecto suelo en 2022, la brecha entre ambos pilotos ha disminuido dramáticamente: de 62 puntos a favor de Leclerc en el ‘22 a sólo 6 en el ‘23, teniendo en cuenta lo sucedido en la FP1 del GP de Las Vegas el año pasado, ese balance pudo fácilmente haberse registrado en favor del español, en vez del monegasco.

Mientras el 16 sigue añadiendo errores a su cuenta, el 55 fortalece sus puntos débiles. Cuando antes batallaba al inicio de las campañas, esta vez está sorprendiendo a amigos y enemigos por igual con su gran y consistente forma, promediando alrededor de 18 puntos por carrera, el segundo más alto del año, por delante incluso de Sergio Pérez, y superado solamente por el actual líder del Campeonato, Max Verstappen.

Además, hay otro punto muy importante: la clasificación. La velocidad de Leclerc a una vuelta parece ser algo que siempre termina por vindicar al monegasco ante analistas y fanáticos por igual. Aunque en las últimas dos sesiones clasificatorias, el 16 ha sido ampliamente superado por el 55, otro punto que ha jugado en favor del español, y no desde esta temporada, sino desde la pasada cuando Sainz empezó a cerrar la brecha impuesta por Leclerc los sábados. Lo hecho por el español este 2024 parece, hasta ahora, confirmar la tendencia experimentada el '23.

Leclerc no tiene cabeza de líder, Sainz sí

Pasó nuevamente en Japón. Algo no fue del agrado del monegasco e inmediatamente mandó una queja por la radio. En lugar de manejarlo en el debrief de la sesión, Leclerc mostró su descontento, quizá intuyendo que iba a ser un sábado difícil y sintiéndose frustrado al respecto. No obstante, si bien es entendible, las comunicaciones de Leclerc por la radio del equipo, no sólo en esta ocasión, sino en general, rara vez conllevan una instrucción o algo que ayude a dar un sentido de dirección al equipo en un momento complicado. 

La mayoría de los campeones del mundo reciben halagos a diestra y siniestra por la capacidad mental que les sobra al momento de conducir el auto, y que dedican a pensar no sólo en su propia carrera, sino también en la de sus adversarios. En su sexto año en la Ferrari, es evidente que Leclerc carece de este valioso atributo.

Sainz, por su parte, ya nos tiene acostumbrados a su mente analítica y quirúrgica. Pidiendo información relevante de sus rivales, para luego ayudar al muro de boxes de Ferrari a decidir, o en contadas ocasiones él mismo elegir el mejor curso de acción que le lleve a cosechar la mayor cantidad de puntos posibles para sí y para la escudería. Bajo circunstancias similares el monegasco se frustra y muestra señales de un estado mental no tan fuerte como el de su contraparte español: ¿Cuántas veces no escuchamos las quejas del 16 en torno al balance de la SF-24 en Bahréin? El 55 condujo hasta el podio y ante los medios reveló que él había estado sufriendo problemas similares a los de su compañero.

Mientras Leclerc simplemente señala los problemas, Sainz provee dirección y calma en momentos de adversidad, y eso es justo lo que necesita un equipo de F1 de su piloto líder en dichas circunstancias: objetivos, no escarmientos públicos.

Sainz es un número 1 completo, Leclerc “sólo” es rápido

Y si bien la velocidad es esencial, no lo es todo en la actual, y posiblemente más compleja, era de la categoría. Si bien los puntos se ganan en las carreras, el trabajo previo es lo que determina, en su mayor parte, el rendimiento de un auto en pista. 

Sainz tiene más que velocidad bruta. A estas alturas es posible decir que Sainz es más efectivo que Leclerc a la hora de enfocar su trabajo en el simulador y en términos de puesta a punto. En los momentos más bajos de Ferrari el año pasado (España y Países Bajos), fue el 55 el que pudo mitigar daños en esos fines de semana delicados. Y cuando el equipo de Maranello estuvo más fuerte, fue nuevamente el 55 el que pudo darle una pole y un podio a los tifosi en Monza, y a Ferrari la primera victoria de la gestión del francés, Frederic Vasseur, actual jefe del equipo italiano.

Leclerc no es un mal piloto, ni mucho menos. Simplemente no es tan bueno como Ferrari necesita que sea. En sus inicios en Ferrari se le comparaba con Schumacher. Se decía que sería heredero del heptacampeón alemán, e incluso llegaron a bautizarlo como “Il Predestinato”. Pero, a día de hoy es más un Gerhard Berger o un Jean Alesi. De 2019 a 2024 hay un largo trecho, en especial en la Fórmula 1, sin embargo, ese período de tiempo no se ve reflejado en una progresión -si al caso vamos, mínima, por no decir inexistente- de las capacidades de Leclerc.

La misma sí se hace evidente en la curva ascendente de rendimiento final de Sainz. Y decir que lo que Leclerc ha mostrado durante estos últimos dos años en Ferrari lo ha hecho con el explícito apoyo de la cúpula de la escudería, mientras que Sainz lo ha hecho con órdenes de equipo que le jugaron en contra en diversas ocasiones, con su terrible suerte en Las Vegas, y después de recibir las gracias por los servicios prestados, no sólo impulsa a hacer la pregunta, sino que brinda también la respuesta: Ferrari ha elegido quedarse con el piloto equivocado.