En el Gran Premio de Austria, le preguntaron a
Charles Leclerc por la radio de a bordo si estaba preparado para una carrera a tres paradas. Pronto quedó claro que al monegasco no le apetecía cuando dijo muy firmemente:
"No, no", por la radio de a bordo. Leclerc explica por qué no era una opción para él.
Leclerc tenía a
Carlos Sainz pegado a su caja de cambios durante los compases iniciales de la carrera, y parecía ser mucho más rápido que el monegasco durante las primeras vueltas. Sainz se vio perjudicado por el equipo, mientras que Leclerc consiguió su segundo podio del año y se situó entre los dos Red Bull en el podio. Leclerc, de 25 años, ya dio las gracias a Sainz por la actuación de su equipo en Austria.