Champán en la F1: El champán de Ferrari es una ganga comparado con la marca anterior

Las celebraciones del podio de F1 están ligadas al champán. La tradición de descorchar champán se inició en la década de 1960 y desde entonces el deporte ha construido una historia especial con la burbujeante bebida.

Cuenta la leyenda que el pentacampeón de F1 Juan Manuel Fangio recibió una botella de champán tras ganar una carrera por primera vez en este deporte. Después del GP de Francia de 1950, esto siguió siendo una tradición silenciosa en todo el automovilismo, pero en 1966, el corcho voló accidentalmente de la botella que recibió Jo Siffer por ganar las 24 Horas de Le Mans. El público recibió una inesperada lluvia de champán. Dan Gurney lo hizo sin querer al año siguiente en Le Mans y se reprodujo en la F1.

La F1 y las botellas de champán

Sigue siendo una parte importante del homenaje a los tres primeros después de cada carrera en la Fórmula 1. En los más de 70 años de Fórmula 1, se rociaron varios tipos de champán. De 1966 a 1999, la F1 utilizó botellas de Moët & Chandon, y después, durante 15 años, botellas de G.H. Mumm. Desde el GP de Mónaco de 2017 hasta 2019, se utilizaron botellas de Carbon. Otro año de Moët & Chandon llegó al podio en 2020, y actualmente la F1 lo hace con Ferrari Trento desde 2021.

Con el Ferrari Trento, la ceremonia del podio parece mucho más "barata" que hace unos años. Las botellas Jeroboam de tres litros para la celebración del podio de F1 de Ferrari se venden por 299,00 euros. Eso significa 1200,00 euros de champán en el escenario con cuatro botellas. Ese valor es una 'miseria' comparado con el precio de las botellas Carbon utilizadas en 2017, 2018 y 2019. Aquellas botellas eran casi tres veces más caras cada una que toda la paleta del podio actual, es decir, unos 3.000,00 euros por botella. Ferrari Trento sigue teniendo contrato con la F1 hasta 2025.

Un último dato, por cierto, es que la F1 no siempre utilizó botellas de tres litros en el escenario. Empezó con las botellas Magnum de 1,5 litros. Las botellas Jeroboam de tres litros que se utilizan ahora tienen más de cuatro veces la capacidad de una botella normal; una botella contiene una media de 24 vasos. Así que hay más que suficiente para proporcionar una abundante ducha de champán y también para disfrutar de una alegre y merecida copa de burbujas.