Andrea Kimi Antonelli ha compartido sus sinceras impresiones sobre cómo ha cambiado su vida durante su temporada debut en la Fórmula 1 con Mercedes, admitiendo que el éxito en el deporte exige sacrificio y soledad. Hablando con
Corriere della Sera, el joven de 17 años reflexionó sobre cómo equilibrar su vida personal con las implacables presiones de la
F1, y para él la respuesta se encuentra en casa, en Bolonia.
"Bueno, soy un chico normal. Tenía un gran grupo de amigos en la escuela, y cuando vuelvo a Bolonia, intento pasar el mayor tiempo posible con ellos," dijo.
"También ellos son aficionados a la Fórmula 1, siempre me siguen. Por ahora, puedo mantener la relación; las relaciones humanas son importantes. En mi deporte, estoy un poco solo," admitió con franca honestidad el joven italiano.
¿Por qué golpea la soledad a Antonelli? "Lejos de la familia, lejos de los amigos. No es fácil mantener ciertas relaciones," explicó.
Antonelli habla sobre la vida en la F1: "Es como nadar en un mar lleno de tiburones"
Antonelli también reveló cómo el consejo de Valentino Rossi, quien le dijo que no "escuchara a todos", se ha vuelto cada vez más relevante.
"Sí. En la F1, es como nadar en un mar lleno de tiburones; solo toma un momento caer en la trampa y ser devorado. Me di cuenta de esto en Imola. Allí, entendí cuán importante es hacer tiempo para mí."
"Momentos en los que estoy solo, en un lugar tranquilo donde puedo cambiar mentalmente, donde puedo aislarme."
El joven piloto de Mercedes ha encontrado su propio santuario para prepararse mentalmente antes de las carreras.
"En la casa rodante de los ingenieros, hay una habitación reservada para los pilotos. Voy allí antes de subirme al coche, visualizo y repaso las vueltas del circuito en mi cabeza; para hacer eso, tiene que estar tranquilo."
"No prestaba atención a estos aspectos antes, pero ahora los considero fundamentales para intentar dar el 110%."
Los apodos de Wolff y la inspiración de Antonelli
Antonelli también reveló un lado juguetón en su relación con el jefe del equipo, Toto Wolff, quien tiene tres apodos distintos para él dependiendo del rendimiento: uno después de una gran carrera (Kimi), uno para un día promedio (Andrea), y uno cuando las cosas no van según lo planeado (Antonelli).
Finalmente, el novato de Mercedes
admitió que tiene sus ojos puestos en emular a una de las más grandes leyendas de Ferrari: Alberto Ascari, dos veces campeón del mundo y último ganador del título de F1 de Italia.