Max Verstappen y Carlos Sainz son rivales que luchan por los podios en la parte delantera de la parilla esta temporada. En Toro Rosso, aún fueron compañeros de equipo de 2015 a 2016. El asesor de Red Bull Racing , Helmut Marko, revela ahora que el ambiente entre ambos resultó muy "tóxico" durante ese tiempo.

Sainz debutó en la Fórmula 1 con el equipo Toro Rosso en 2015. Sorprendentemente, como compañero de equipo de Verstappen, que también debutó en la categoría reina. El holandés fue nombrado sustituto de Daniil Kvyat en el gran Red Bull Racing en 2016 y se convirtió en compañero de equipo de Daniel Ricciardo. Esto no dejó espacio para el ascenso de Sainz. A falta de cuatro carreras, Sainz acabó cambiando el equipo Toro Rosso por Renault hasta el final de 2018. Luego se marchó a McLaren durante dos temporadas antes de hacer el cambio a Ferrari en 2021.

Gran riesgo

Marko había asumido un gran riesgo al poner a dos novatos en un mismo equipo. Además, ambos tenían que demostrar su valía porque sus padres también eran pilotos. "Tuvo la mala suerte de tener a Max como compañero de equipo", dijo Marko a Red Bulletin. "El ambiente entre ellos dos en Toro Rosso era bastante tóxico", revela el austriaco."Con la alineación que teníamos en ese momento, no vi ninguna manera de mantenerlo con nosotros. Así que se pasó a Renault, a McLaren y luego a Ferrari."

Sin embargo, Marko también admite que Sainz no sólo tuvo problemas en Toro Rosso por culpa de su compañero de equipo, sino que su padre también desempeñó un papel importante. El padre, Carlos Sainz padre, está muy bien considerado en el mundo del motor y se le considera una gran leyenda."Durante mucho tiempo ha estado a la sombra de su padre, el bicampeón de rallies. Se le endilgó injustamente la imagen de hijo mimado de un piloto, mientras que Carlos siempre ha tenido que luchar mucho para salir adelante."