Enorme desilusión para Russell mientras Hamilton hereda la victoria en un emocionante GP de Bélgica

Después de asegurar una sensacional posición de pole el sábado, a Max Verstappen se le impuso una penalización de diez lugares en la parrilla debido a un cambio de motor, obligándolo a comenzar desde el undécimo lugar en la parrilla.

Charles Leclerc por lo tanto comenzó desde la pole y logró mantener la delantera hasta la vuelta tres, cuando Lewis Hamilton lo adelantó por el exterior al final de la recta Kemmel para tomar la delantera.

Sin embargo, el verdadero héroe del día fue George Russell. Comenzando desde el sexto lugar en la parrilla, ejecutó una clase magistral estratégica, siendo el único piloto que optó por una estrategia de una sola parada, mientras que todos los demás, incluido su compañero de equipo, optaron por dos paradas.

Ambos McLarens y Max Verstappen lograron avanzar varias posiciones durante la carrera, pero todas las miradas estaban puestas en el dúo de Mercedes.

En las etapas finales, Hamilton comenzó a cerrar la brecha con su compañero de equipo, corriendo con neumáticos mucho más frescos.

Al ingresar a la última vuelta, el siete veces campeón del mundo se puso dentro del rango de DRS e hizo un esfuerzo desesperado por acercarse lo suficiente para un adelantamiento, pero en última instancia, no fue suficiente.

Oscar Piastri logró adelantar a Charles Leclerc para el tercer lugar en la vuelta 36, mientras Russell celebraba su segunda victoria de la temporada después de su victoria en Austria. Sin embargo, el drama posterior a la carrera trajo un impactante golpe para el piloto británico.

Su W15 se encontró 1.5 kg por debajo del peso debido al desgaste excesivo de los neumáticos, lo que llevó a una descalificación inevitable. Como resultado, la victoria se entregó a su compañero de equipo, quien celebró lo que sigue siendo, hasta la fecha, su victoria más reciente en la Fórmula 1 (104).